Los huérfanos
This article is part of the series "[Cthulhu: Hijos de un dios sin nombre]".
La carta es de Ernest Dockingshire y, aún sin abrirla, sabes lo que contiene.
Fue tiempo atrás, tanto que pensabas que ya estaba olvidado. Te encontrabas en un apuro monumental, uno de esos problemas que siempre les pasan a los demás, y que creías que nunca te tocarían a ti. Pero ahí estás, en medio de la tormenta, metido hasta las trancas en algo que arruinará tu vida tal y como la conoces. Sin solución, sin salida, sin esperanza.
Hasta que apareció Dockingshire, un hombre al que solo conocías de oídas, con la solución en sus manos. Dinero, influencias, contactos … El hombre removió sus recursos y te salvó. Nadie se enteró. Tu reputación (y quizás tu vida) estaba a salvo.
“No, no, insisto”, decía, “ya encontraremos una manera de devolver el favor. De verdad, no se preocupe.” Y recuerdas la sonrisa amable del hombre mientras le dabas la espalda.
Conforme el tiempo pasaba, el recuerdo de la deuda se iba desvaneciendo. Habías recuperado tu vida, todo volvía a ser igual. Ya dabas por sentado que nunca iba a volver.
Pero en tus manos tienes el frío recordatorio de que nada se olvida en esta vida.
Abres el sobre. Tu deuda se te recuerda con palabras amables, fórmulas de cortesía y una fina caligrafía que te conmina a acudir a su mansión para tratar un tema menor.
No tienes alternativa. Has de acudir a la mansión de Dockingshire a ajustar las cuentas pendientes.
Día 1:
Los personajes son convocados por Ernest Dockingshire, conocido ciudadano de Arkham, y les solicita que investiguen el asesinato de la familia Buckner, residentes del pequeño pueblo de Elkland, a manos del hermano mayor, Kirk, pues sospecha que hay algo más que lo que dicen los informes oficiales.
Henri Sagnedeux y Lucas Corso se quedan en Arkham para investigar y Corso intenta convencer a uno de los vigilantes de la Biblioteca de la Universidad para que le de acceso por la noche. El vigilante se niega. Los dos personajes se van a cenar.
Aaron Lippman, Rixby Willowfrost y Mike McColuogh parten por la tarde hacia Elkland, y en el hotel que les han recomendado, se enteran de otro evento ciertamente misterioso y reciente: la familia Sturges ha huído precipitadamente del pueblo hace dos meses, dejando todas sus pertenencias tras de sí, huyendo a Chicago. La patrona del hotel les comenta que se rumorea que es por deudas.
Noche 1:
Mike McColuogh hace una escapada nocturna a la casa de los Buckner de manera furtiva. Encuentra un gran trozo de carne pudriéndose, que contiene un cilindro metálico, así como un informe médico de una operación a Kirk (prognatismo).
Dia 2:
Lucas Corso encuentra una noticia donde se relata que la huida de los Sturges quizas no sea tal, ya que se encontró su coche abandonado a las afueras del pueblo.
Aaron Lippmann y Rixby Willowfrost visitan al reverendo, para preguntar por los sucesos del pueblo, haciéndose pasar por periodistas. El reverendo habla algo, pero sospecha de ambos. Les pregunta de qué periódico son, y no son capaces de parecer creíbles. El reverendo se cierra en banda.
El grupo se reune de nuevo, y se abre el cilindro metálico, que revela una nota manuscrita, que reza “Sois los primeros en comprender, pero pronto seremos cientos. Aceptad este presente.” Dentro del cilindro aparece un medallón con un símbolo que no pertenece a ningún tipo de culto ocultista conocido por el grupo. También revelan el informe médico que relata la operación de prognatismo a la que se somete a Kirk, que termina con éxito.
El grupo visita el periodico local, y sobornando al encargado, consiguen información respecto a los incidentes: El coche de los Sturges apareció a unas 10 millas del pueblo, abandonado, que Kirk solia ir con otro amigo, y les comenta que hay una denuncia de los Sturges hacia el viejo Jonathan, porque dice que les amenazó de muerte.
Hacen una visita al Banco, donde les indican que los Sturges solo tenían un prestamo con el banco sobre su ferreteria, pero que pagaban regularmente, y que solo cuando se fueron han dejado de pagar.
Visitan al amigo de Kirk, que les dice que su amigo estaba preocupado por su familia, que parecían ausentes.
El grupo visita de nuevo la casa de los Buckner, y descubren en la cocina un pasadizo tras un horno que conduce a una pequeña habitación subterránea. Bajan Henri Sagnedeux y Rixby Willowfrost. Encuentran un cadáver en descomposición, que se levanta y les ataca. Tiroteo y huida. Dejan al cadaver que salga del subterraneo y dejan las puertas abiertas. Acude el sheriff y su ayudante, que entran a casa, se oyen más disparos, y un descompuesto sheriff acude con una lata de gasolina y ante el asombro de todos, le prende fuego a la casa. Cuando le preguntan, responde con mirada vidriosa que se debe a algún animal salvaje que ha invadido la casa, y no da más explicaciones.
Visita al hospital: Interrogan al tío, que comenta que Kirk le llamó demonio, y que llevaba un gran crucifijo al cuello cuando le disparó. Son capaces de convencer a la enfermera, que les permite acceder al depósito y a los informes de autopsias: El joven Kirk lleva la boca corregida con un montón de alambres que le impiden comer, y solo puede alimentarse por una pajita. El cerebro del resto de los cadáveres tiene las circunvoluciones muy lisas, propias de un retraso mental profundo, y parecen incompatibles con la vida de una familia normal como los Buckner.
Visita nocturna a la granja del tio en busca de pistas, no encuentran nada. Cuando vuelven al pueblo, escuchan una explosión sorda en las colinas, mientras la niebla cae sobre el pueblo.
Noche 2:
Se refugian en el hotel.
Se oyen un par de disparos lejanos durante la noche que parecen provenir de las colinas.
Dia 3:
Visita al Reverendo: Corso le golpea. Dos veces. El Reverendo revela que el joven Kirk le dijo que le preocupaba su familia, y que sospechaba del viejo Jonathan. El Reverendo los echa con cajas destempladas.
Visita al periódico a preguntar por la explosión de la noche anterior, pero no saben nada.
Visita al Viejo Jonathan: Se encuentran con un personaje asocial que les apunta con una escopeta. Ante la mención de la denuncia contra los Sturges, se enciende su furia y dispara al aire, maldiciendolos. Ante la mención de que han visto un cadaver que se ha levantado, comienza a farfullar algo acerca del mal, de que ha llegado tarde, de que ha fallado. Le da un ataque al corazón, y comienza su traslado al hospital mientras masculla: “tarde … he fallado … el mal …” El resto del grupo busca por la cabaña y los alrededores y encuentran un par de pergaminos: uno con un mapa que no pueden leer, y otro con una escritura que no pueden descifrar, pero los dibujos parecen contar la historia de un antiguo heroe indio que derrota a un hechicero que parece convocar a un monstruo. En una caseta exterior, descubren unos picos, palas y hachas bastante desgastadas, y en un pequeño montículo de tierra, enterrada, una caja de dinamita a la que le faltan varios cartuchos.
Aprovechando que Diego no pudo venir, su personaje, Mike McColuogh, es el que lleva al viejo Jonathan al Sanatorio del pueblo para que le atiendan. Mientras, el resto se queda en la cabaña donde han registrado todo.
Deciden visitar el periódico para preguntar ciertas cosas. Descubren que el Reverendo tenía ciertas familias favoritas, a las que solía invitar a almorzar con cierta frecuencia (una familia cada vez). Las últimas eran la familia Sturges, hasta que desaparecieron, y finalmente, parecía que era la familia Buckner la receptora de aquellos almuerzos y atenciones.
Los aventureros deciden visitar la casa de los Sturges, en venta desde su desaparición. La casa está vacía, pero logran encontrar una fotografía de la familia, y un ejemplar de la Biblia a la que le faltan páginas del Apocalipsis donde se menciona al Leviatán.
Los personajes deciden acercarse por el Sanatorio para hablar con el tio al que el joven Kirk quiso matar y no pudo. Corso y Lippmann entran y deciden jugar la carta de “lo sabemos todo, confiesa”. El paciente no entiende nada, y reacciona con miedo y asombro cuando le meten la punta de la navaja en la nariz. Mientras tanto Willowfrost y Sagdeneux entran en la habitación del viejo Jonathan, que musita palabras como “fracaso”, “grupo”, “hechicero” a las preguntas “¿quien te encomendó esta misión?” o “¿De quien sospechas?”. Poco mas pueden sacar de aquí.
Deciden visitar el mercado, en busca del origen de la carne encontrada en la casa de los Buckner. Una serie de preguntas llevan a descubrir que el Reverendo compra mucha carne, y que de hecho, tiene un encargo pendiente. Los PJs convencen al carnicero de que ellos mismos se encargarán de entregar la carne al Reverendo. Una vez hecho esto, los PJs investigan la carne, en busca de algo extraño en el interior, sin encontrar nada.
Visita Iglesia: Los PJs deciden hacerle una visita al Reverendo en la Iglesia, pero encuentran un cartel en la puerta que dice que está de viaje, y que volverá en unos días. La escritura, un tanto apresurada, le revela a Corso un tipo de letra que ha visto en libros centroeuropeos de principios de siglo XIX. También tiene trazos que coinciden con la letra de la nota encontrada en la nota que acompañaba al medallón. Los personajes, con la Iglesia vacía, no dudan en entrar a la sacristía, y registrarla. Sus esfuerzos son recompensados cuando encuentran una pequeña bolsa llena de hierbas y un par de libros. Una tirada de Biología y otra de Farmacología, le revelan al doctor Willowfrost que la hierba es muy parecida a la ayahuasca de América del Sur, y que tiene un componente de sedación y anulación de voluntad a quien la ingiere. El primero de los libros es “De las costumbres de los indios en las tierras de las Americas” de Fray Rodolfo de Berenguer, escrito en español, con anotaciones en los márgenes en aleman con letra gótica, muy parecida a la que aparece en la nota de la entrada de la Iglesia. Por los dibujos, y con una tirada de Historia, Corso es capaz de interpretar que trata de rituales con la hierba que los indios mesoamericanos realizaban con los prisioneros antes de su ejecución ceremonial. El otro libro está escrito en inglés, se llama “La invocación ritual como mito iniciático” y está escrito por el Dr. Herbert Schnyder. En él aparece alguna vez reflejado el mismo símbolo que lleva el medallón encontrado en la casa de los Buckner.
Noche 3
Visita casa Reverendo: Una vez que los personajes ya tienen claro el objetivo de su ira, acuden a la casa del Reverendo. En el exterior, encuentran una caseta de herramientas con picos, palas y hachas, y en el granero encuentran troncos y listones bastos. También encuentran algunos huesos humanos entre una multitud de huesos de animales. Rompen una ventana de la casa, y acceden a la cocina, donde el ama de llaves del Reverendo les pilla por sorpresa, y dispara a Corso con una escopeta, hiriéndole levemente. El grupo dispara contra ella, matándola con un un tiro en la cabeza. Los personajes proceden después a registrar con cierta velocidad la casa, donde encuentran otra bolsita con las hierbas, y un libro llamado “Thaumaturgical Prodigies in the New England Canaan” (que describiré mas adelante). En pleno registro, descubren que el coche del sherif acude a la casa, después de que alguien avisase de que se habían oído disparos. Los personajes se esconden en el coche, y observan como el sherif llama a la casa, pero monta rápidamente en su coche al recibir un aviso por radio (que ya he mirado que hasta 1928 no se instalaron radios en los coches de la policia, pero sirva esto como licencia histórica)
Visita Sanatorio: Los personajes siguen al coche del sherif, que para frente al hospital/sanatorio. Allí se encuentran, en la habitación del viejo Jonathan, a la monja que estaba de guardia, muerta, con carne arrancada a bocados, y al viejo Jonathan muerto, enjuto, absorbido, como si lo hubieran vaciado. El ayudante del sherif yace desmayado, y el sherif está en shock, hasta el punto de encañonar a los personajes cuando le preguntan. Una ventana está abierta, y en el exterior se ven las huellas de unos neumáticos en el barro.
Escena final: Los personajes montan en el coche, y siguen las huellas, que parecen salir del pueblo, rodearlo, y terminan en casa del Reverendo. Los PJs entran de nuevo a la casa por la ventana lateral, y observan que el cadaver del ama de llaves ha desaparecido, pero se puede seguir el rastro de la sangre, hasta una habitación donde se abre un pasadizo subterráneo. Los PJs bajan, avanzan por un pasadizo excavado de manera amateur y apuntalado con unos listones bastos. Tras discutir la conveniencia o no de usar la dinamita para derrumbar el tunel, llegan a una zona donde aparece un artesonado antiguo, que va a parar a una cámara circular, soportada por varias columnas gruesas, donde lo que queda de la familia Sturges está comiéndose el cadaver del ama de llaves, y el Reverendo entona cánticos frente a un altar donde se está manifestando una extraña luz. La luz no tarda en convertirse en un ser de aspecto simiesco y horrible. Disparos, una lámpara de aceite ardiendo, unas garras y un mordisco componen la batalla final, que se termina cuando el Reverendo muere a manos de los héroes, provocando que el monstruo convocado vuelva al infierno del que nunca debió salir. Los PJs registran el cuerpo del Reverendo, encontrando un extraño recorte de prensa que habla de una convención, a tres meses vista, con el símbolo del medallón en una de las esquinas.
Los PJs proceden a volar la cámara y el pasadizo, y vuelven a Arkham a lamer sus heridas y reportar a Ernest Dockingshire sus averiguaciones. Cuentan que había una secta, que intentaban convertir a los Buckner, que su hijo trató de impedirlo y que los mató, etc, pero todo esto muy normal, sin cosas sobrenaturales ni monstruos ni zombies. Todo racional y explicable. El señor Dockingshire les hace varias preguntas al respecto, pero los personajes no sueltan prenda. Al final el señor Dockingshire se hace cargo de los gastos, y les paga las minutas al grupo.
Final
La aventura termina con Dockingshire manteniendo una misteriosa conversación telefónica (más o menos de lo que me acuerdo):
– John, soy yo, Ernest. Tengo malas noticias. Han vuelto.
– …
– Sí, parece que no terminamos el trabajo.
– …
– Bueno, creo que ahora tenemos otras … opciones para lidiar con el problema.
– …
– Por cierto, Jonathan estaba allí. No lo ha conseguido.
– …
– Sí, yo también. Jamás pensé que volviera, en su estado. De todos modos, he hecho algunos preparativos al respecto. Creo que no merece desaparecer en las sombras, sin más.
– …
– Sí, adiós. Estaremos en contacto.
Dos días después, podéis ver que en el Boston Herald se publica una esquela, que reza:
“A la memoria de Jonathan Harker, héroe anónimo, portador de la luz, salvador en las tinieblas. Tus amigos de la Sociedad Atlántica de Historia te recordarán y honrarán tu memoria. Que el mundo no olvide tu sacrificio.”
Botín:
Tendréis que apuntar el siguiente botín:
- 200$ por cabeza (Dockingshire es generoso) + gastos (los de Sagdeneux, que ha ejercido de paganini durante la aventura)
- “Thaumaturgical Prodigies in the New England Canaan”: +4% a Mitos, Pérdida de Cordura 1D6. Tiempo de lectura: 8 semanas
- “De las costumbres de los indios en las tierras de las Americas” de Fray Rodolfo de Berenguer: en Español, +5 Ciencias Ocultas, 6 semanas.
- “La invocación ritual como mito iniciático”, del Dr. Herbert Schnyder: en inglés, +4 a Ciencias Ocultas, 6 semanas.
- Las anotaciones en alemán en los márgenes de ambos libros. Eso lo tendréis que investigar.
- Un medallón con un símbolo tal que este: !img
- Por terminar la aventura con éxito, recuperaréis 1D8 puntos de Cordura.
- El recorte de periódico encontrado al cura, con el siguiente texto: “Representación de ‘The King in Yellow’. Interesados, envíen Su Nombre, con su dirección postal al apartado de Correos 438 Boston, Masachussets. Se devolverá fecha y dirección.”