El golpe a los Estibadores
This article is part of the series "[Blades in the Dark]".
Me dicta esta crónica (como él la llama) Elijah Darkvines, el Inesperado, en calidad de representante de Mother’s Milk, banda empresarial de Doskvol. Me paga para ello diez monedas de cobre, por las que narraré sus experiencias, tal y como me las dicta. Quede este contrato como testigo de nuestra relación comercial y narrativa.
¿Por dónde empezar? Escribe, chupatintas, pero no me engañes o llamaré a Tommy. Y ya lo has conocido, ¿verdad? No, no tiembles, sujeta con fuerza la pluma, que vas a manchar el papel.
Sí, el golpe a los Red Sash … fue un buen trabajo, eso no lo niega nadie, pero podríamos decir que se nos fue la mano. Tommy a veces no controla su fuerza y si a Billy le das dos líquidos que huelen mal es capaz de hacer una bomba con ellos.
Pon que fue … una demostración de fuerza. Sí, eso me gusta. Que queríamos demostrar de lo que somos capaces. Aunque algunos digan que fuimos torpes, fue más bien una muestra de lo que podemos hacer. Además, al final obtuvimos la plata que buscábamos, ¿no? Pues eso es lo que importa.
Ponlo bien, con letra limpia y clara, para que la gente que pueda leer palabras largas lo entienda.
Aquel golpe atrajo atención sobre nosotros. Entiéndeme, escribano, cuando te quieres hacer un nombre en Doskvol, terminas por atraer atención, y no siempre la que uno busca. Digamos que dejamos un rastro tras el golpe, así que había que hacer algo para enfriar eso. Uno no quiere tener a los malditos casacas azules o a otras bandas poderosas respirándote en el cogote. No es bueno para los negocios.
Así que Tommy, que tiene a un pollo en los Red Sash cogido por las pelotas, decidió apretar un poco más y hacerle decir que habían sido otros los que habían dado el golpe. No pude escuchar a quién íbamos a culpar, porque me estaba riendo muy fuerte viendo la cara sudorosa del desgraciado mientras Tommy le arrinconaba en el callejón. Tommy siempre me hace reír cuando se pone como una bestia con la gente. Es un buen tipo, pero no le mentes lo de su cuñado, ¿vale?
Mientras tanto, yo hablé con mi amigo el casaca azul, Darmot, un desgraciado solitario, pero que le gusta mucho el vicio, así que decidí pasarle algo de lo nuestro a cambio de que “perdiera” alguna prueba de la investigación.
Un par de días más tarde, nadie parecía saber quién había dado el golpe a los Red Sash, y lo celebramos con una buena curda en el local con los muchachos, aunque Billy se fue pronto, en medio de lo mejor de la fiesta, cuando sacamos los cuchillos para jugar al “¿Dónde estás, gallina?”. Dijo que tenía que trabajar en algo, una nueva fórmula o … no lo sé, no recuerdo bien. Es un buen tipo, Tommy, pero me da un poco de miedo cuando le veo tocar todas esas botellas y zarandajas que tiene en el sótano. A veces se escuchan pequeñas explosiones y pienso que todo va a volar por los aires, o cuando suben olores extraños y llega con los ojos muy abiertos. El caso es que se fue en medio de la fiesta a trabajar en algo nuevo, que nos va a ayudar en los siguientes golpes. El Beso de Morfeo, la llama, para dormir a gente. Yo le dije a todo que sí mientras iba afilando el cuchillo. Hay que tener la hoja bien preparada para jugar al “¿Dónde estás, gallina?”
Y, mientras, Tommy se ha empeñado en conseguir un perro. Como si no fuera suficiente con tener a la mujer y los niños en la guarida. No es sitio para ellos y me están empezando a volver loco, con sus gritos y lloros. Cualquier día va a haber una desgracia. Billy me ha llegado a decir que les pondría algo en la comida, que parezca que duerman, para luego tirarlos al río y decirle a Tommy que se han largado de la guarida. Estoy empezando a pensar que es una buena idea …
Pero me estoy despistando. ¿Por dónde iba, juntaletras? ¿Estás apuntando todo? Sí, el golpe a los estibadores. Bien, queríamos más territorios, y los muelles que tenemos cerca son un plato jugoso, con todas las idas y venidas, gente extranjera con ganas de diversión, prostitutas, juego, mercancías que se pierden … ya me entiendes, dinero flotando en el ambiente para cualquiera que sepa como atraparlo.
Pero uno no va contra los estibadores de frente. Puedes terminar mirando el fondo del río demasiado cerca, y durante demasiado tiempo. Así que nos pusimos a pensar y se nos ocurrió un plan que daba gloria verlo. Escríbelo de tal manera que parezca la leche, tío, que cualquiera que lo lea piense que somos listos. Tú ya sabes como hacerlo.
¿Cómo quitarles un territorio a una banda con la que no puedes luchar porque es muy grande? Pues del mismo modo en que te peleas con un sajador enorme: esperas el momento y, cuando se despista, le das una patada en los huevos. Decidimos que les robaríamos el dinero con el que pagan a los Crow. Así no solo ganamos nosotros, también quedan mal ante ellos. ¿Qué a quién se le ocurrió la idea? ¡Yo qué sé! Habíamos bebido y hablamos todo el rato, uno no puede acordarse bien … ¿Sabes qué? Pon que fui yo el que tuvo la idea. No creo que nadie se acuerde y pueda decir que no fui yo.
Bueno, al ajo. Tommy se puso a vigilar barcos, barcazas, góndolas, paquebotes … todo lo que flota. Es un tío observador, no te creas, es capaz de fijarse en cosas de las que tú no te darías cuenta. Billy y yo fuimos a preguntar a otros Dagueños y, a cambio de algún favor, conseguimos algo de información, que juntamos con lo que Tommy había visto. Pues bien, los estibadores no son muy listos, o se han confiado demasiado. Usan una góndola para transportar el dinero, a través de unos canales que pasan por debajo de nuestro territorio, y solo con dos personas a bordo.
Solo fue necesario un obstáculo en la parte más estrecha del canal de las alcantarillas para que tuvieran que bajar de la góndola, se despistaran y sisarles parte del dinero entre las sombras. De ese modo, les pagarían menos de la cantidad acordada a los Crow. Y eso es malo, sí, muy malo. Lo mejor de todo es que lo pudimos hacer varias veces, hasta que los Crow se cansaron y acusaron a los estibadores de estar robándoles. Y cuando los Crow te avisan de algo, se aseguran de que el mensaje llega alto y claro. El plan … pon que era mi plan … Mi plan estaba funcionando.
Pero aún no era suficiente. Los estibadores no podían estar a malas con los Crow, así que iban a pagar lo que les faltaba y quizás un poco más. Si te retrasas en un pago, siempre es mejor añadir algo más, como compensación. Así funciona esto, escribano. Si ese dinero llegaba a los Crow, nuestro esfuerzo habría sido en vano. Había que investigar un poco más. Esta vez serían tres góndolas, con más gente custodiando el dinero. Pero sabíamos el camino y la hora, por lo que preparamos otro plan.
Billy preparó uno de sus aceites, capaz de arder sobre el agua, algo sobrenatural, si me preguntas. ¿Cómo puede arder algo en medio del agua?. “Cuando lleguen aquí, les pego fuego y te aseguro que el dinero no llega”, nos dijo, y por la expresión de sus ojos, supimos que decía la verdad. Sí, a veces Billy da miedo.
Tommy es más simple, pero a veces las cosas más sencillas son las más eficaces. “En el puente de la entrada, les tiraré una roca grande, muy grande. He visto las góndolas. No aguantarán el golpe.” Así que el muy cabrón fue capaz de arrancar una piedra enorme de uno de los muros de contención del malecón, llevarla hasta el puente a mano y esperar allí. Cuando la primera góndola entró en el puente, Tommy levantó la piedra y, con todas las fuerzas que ese demonio pudo reunir, la lanzó hacia la segunda embarcación.
¡Tenías que haberlo visto! La piedra cayó con tanta fuerza que partió la góndola en dos. El plan original era hacer un agujero y hundirla, pero ya te he dicho que el cabrón de Tommy no controla su fuerza: lo mismo te mata a alguien al que quiere dejar inconsciente, como te parte una góndola en dos.
Eso sí, luego se fue corriendo como alma que lleva el diablo, mientras Billy y yo observábamos el espectáculo. Los estibadores estaban muy nerviosos, como abejas a las que azuzas con un palo, como si tuvieran un tejón hambriento en los calzones. Habíamos acertado con nuestro plan, el dinero estaba en el fondo del canal. Pero los estibadores no se rindieron y trajeron a uno de esos videntes o magos, o como quieras llamarlos. A mí me dan escalofríos. No deberían hacer lo que hacen. El caso es que convocó a los espíritus del río y, te juro por la tumba de mi abuela, y escríbelo muy claro, éstos subieron con una bolsa de dinero. No era todo el que llevaban, pero algo recuperaron. Yo maldije, pero Billy, que el muy cabrón estaba muy callado, sonreía.
No lo entendí hasta que todos se fueron y la noche quedó tranquila. Billy bajó hasta la orilla del canal y buscó una cuerda que había escondido entre los juncos, de la que tiró hasta hacer salir la red, con las bolsas del dinero atrapadas en ella. Es muy listo el cabrón de Billy: había puesto una red, en caso de que el plan de Tommy funcionara.
El plan (¿has puesto que fue mi plan?) funcionó a la perfección. Los estibadores no han podido pagar a los Crow y nosotros hemos obtenido 4 monedas, que hemos usado para pagar nuestra propia deuda a los Crow, darles una compensación, y para apaciguar los ánimos de los estibadores, que nos miraban con recelo; decían que habíamos sido nosotros, con todo su cuajo y sin ninguna prueba. ¿Has puesto que nadie nos vio? Pues nadie nos vio, así que está muy feo por parte de los estibadores el acusarnos sin pruebas.
El siguiente paso es convencer a los Crow de que nosotros podemos gestionar ese puerto mejor que los estibadores y que obtendremos el dinero necesario para pagarles regularmente.
Pero, hasta entonces, nos hemos merecido un descanso. Billy sigue encerrado en el sótano, mezclando líquidos, polvos, hojas, entrañas y quién sabe qué más, y Tommy sigue empeñado en conseguir el perro. Mientras, yo me dedico a aprender: quiero ser tan listo como Billy, pero sin terminar encerrado en un sótano.
¿Has puesto todo? Déjame ver. Sí, tienes una letra muy bonita: fina, apretada y casi no se nota el temblor. Apenas entiendo todas estas palabras largas, así que debe de ser muy sofisticado, ¿verdad? Anda, toma tus monedas y tómate una a la salud de Mother’s Milk.